domingo, 27 de marzo de 2011

“¿HASTA CUANDO VAMOS A PERMITIR LO QUE VIENE OCURRIENDO EN EL PERU?” artículo por: Sr. Embajador SDP Dr. Eduardo Carlos Carrillo Hernández (Prsdte de la Asociación Civil 'Acción Cívica contra la Corrupción' - ACICOC, y Vice Prsdte del "Grupo Peruano Patriótico" - GPEP)



“¿HASTA CUANDO VAMOS A PERMITIR LO QUE VIENE OCURRIENDO EN EL PERU?”.
“Los viejos principios éticos en los que se fincó nuestra estructura jurídica se han amodorrado, apareciendo un clima de mediocridad que nos ha llevado a la apatía y el conformismo, buscando únicamente la cobija del poderoso, con la corrupción como medio para prostituir el régimen de derecho”.
                                                                            Enrique Ortega Arenas

Debo confesar con hidalguía que desde que tengo conciencia de mis derechos ciudadanos nunca vi algo así, ni siquiera parecido.  Me refiero al elevado porcentaje de candidatos al Congreso de la República que pretenden darnos lecciones de honestidad,  sin tener  la más mínima autoridad moral ni ética para ello. Aparentes adalides de la lucha contra la corrupción que no son sino  viles mercaderes y fariseos de la política peruana. Varios de ellos verdaderos mandatarios del transfugismo político. Como diría el vulgo,  “burros hablando de orejas”. Candidatos que prometen falaces fumigaciones justicieras.  Sujetos que actúan como si no los hubiéramos visto o escuchado a muchos de ellos,  en videos o en audios penalmente comprometedores y que hacen derroche de ingentes sumas de dinero invertidas en sus  exuberantes  campañas propagandísticas.  Personajes que aspiran a ser miembros  por primera vez del Poder Legislativo o a ser reelectos como congresistas  y que en realidad no sólo  debían estar impedidos de candidatear o de pretender repetir el encargo, sino que deberían estar tras las rejas de una prisión. Pero no, acontece que estamos en el reino de la impunidad, donde imperan las prescripciones de los delitos y los cuestionados indultos. Un Estado en el que un exPresidente  de la República delincuente confeso  y purgando prisión, como es el caso de Alberto Kenya Fujimori Fujimori, disfruta de una serie de ilegales privilegios, irregularidades éstas que son de pleno conocimiento de la opinión pública. Y pensar que estamos hablando de un malandrín que debería haber sido juzgado también y principalmente por el  delito de traición a la Patria y me refiero al Perú no al Japón.  Un país donde los padres de familia pueden asaltar al Fisco  y  sus hijos e hijas, con ese trágico e infeliz sino, fácilmente alcanzan inusitado protagonismo en la política o en los círculos sociales, contando con el auspicio  y beneplácito de la mayoría de los medios masivos de comunicación social.  Parecería que se trata de una condición sine quanon para figurar socialmente o  para ocupar cargos en los que haya manejo de considerables sumas de dinero o que tengan como meta la toma de importantes decisiones en el campo económico.  Y todo esto es lo que nosotros avalamos y permitimos,  ya sea por apatía  o por conformismo.
Estoy  convencido y  me apena expresarlo, que de lo expuesto se derivan dos conclusiones: la primera, que nuestra sociedad está severamente enferma y  la  segunda, que estamos a pasos firmes y acelerados, acostumbrándonos en el país,  a convivir con la corrupción generalizada e institucionalizada.
¿Es posible que en plena campaña electoral se conozca que existen organizaciones no gubernamentales, que tienen en su presidencia personajes vinculados a la gran minería, que apoyan, alegre y altruistamente,  por decir lo menos,  con material de campaña y publicidad electoral a determinados candidatos, algunos de los cuales están o estuvieron vinculados a comisiones parlamentarias que tienen que ver con dicho sector económico  y  que por lo demás, previamente suscribieron con ellas un “Compromiso de Honor”, para “actuar con honestidad, transparencia, seriedad,  bajo principios éticos  y  de eficiencia”?. Verdaderamente  de Ripley. No destacamos solamente el hecho que los congresistas representan a la Nación y no a  intereses particulares, sino además, la sórdida y desleal ventaja económica  que sacan a sus demás competidores por una curul.  En cualquier otro país  que se precie de su Estado de Derecho, estaríamos frente a  una causal de nulidad de todo el proceso electoral. ¿Qué nos dirá sobre el particular el flamante Tribunal de Honor del Jurado Nacional de Elecciones?.
Con un espectro político así, no nos deben sorprender los destacados y explosivos titulares diarios de la prensa nacional, tales como:  “La delincuencia ha crecido y va en aumento, Es más, ahora mismo estamos enfrentando una ola criminal que ha puesto en jaque a las autoridades..”; “Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 85% de los jóvenes peruanos entre 15 y 19 años no tiene un nivel adecuado de educación para obtener un empleo bien remunerado. La situación se muestra difícil en todos los países de la región, pero ningún país llega a los niveles observados en el Perú”; “Llenaría los colegios de condones y píldoras”; “Perú: el primer exportador de cocaína en el mundo”; “El narcotráfico da más utilidades que la minería”; “En cifras. Presentan estudio sobre drogas en el país. Extasis alcanza el nivel de consumo de la cocaína”; “Día de la mujer: ¿Hay motivos para celebrar?”; “Un total de 117 feminicidios se cometieron en el Perú el 2010”, es decir, “mujeres que murieron a manos de sus parejas o exparejas, mientras que otras 43 fueron blanco de tentativa de asesinato en todo el país”. “Hay fórmulas para establecer cuánto se está perdiendo en materia de corrupción. El Contralor dio una cifra de lo que su Institución había fiscalizado y eran cientos de millones de soles en lo que va del año. Eso sin contar que la corrupción provoca falta de confianza, desesperanza y derrotismo”. 
Una de las mayores desventuras de nuestra querida Patria  es que por lo general, el interés individual sacrifica al colectivo.
Yo me pregunto y me permito preguntarles a ustedes apreciados compatriotas: ¿Hasta cuándo debemos permitir todos estos abusos y corruptelas?. Considero que nos llegó el momento de actuar como sociedad civil, imponiendo nuestra sanción moral y social de frontal rechazo a los corruptos. Nunca más faenones ni viles aceitadas. La plata bien ganada no llega sola.
                           
                            EDUARDO CARLOS CARRILLO HERNANDEZ
                                                 Embajador SDP

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